Falsa Autoconfianza: Castillos en el Aire

Me alegro de verte de nuevo por aquí, espero que hayas tenido unas merecidas vacaciones de verano y una gran pretemporada. Te lanzo una pregunta, ¿cómo puedes saber si andas bien de autoconfianza, si necesitas un empujón o peor si es una simple ilusión esa confianza que sientes en ti mismo? En consulta podría asegurar que el 80% de casos que recibo son de temática relacionada con la autoconfianza. En este post voy a explicarte qué es la falsa autoconfianza, en qué se sustenta y cómo podemos prevenirla. Seas deportista, entrenador o familiar de deportista.

La autoconfianza es el constructo psicológico que relaciona aspectos cómo la autoestima, el autoconcepto y la percepción de eficacia en una tarea. Podríamos decir por la calle que es la confianza en uno mismo para hacer cosas, solucionar problemas o tener un rendimiento exitoso. La autoconfianza es un factor muy poderoso en relación con el rendimiento, ya que puede desembocar en que la motivación por algo sea mayor o menor, que afrontar una situación sea una vivencia de estrés o ansiedad o incluso que pueda mantener un nivel de activación óptimo para rendir.

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Si podemos tener una mayor o menor autoconfianza respecto a una situación o tarea, ¿qué es la falsa autoconfianza?

La falsa autoconfianza es un fenómeno que les sucede a muchos deportistas, seguro que a ti te habrá ocurrido, es cuando uno deduce que es bueno haciendo algo por los resultados que obtiene. Por ejemplo, la temporada pasada, Cristiano Ronaldo vivió una sequía goleadora durante la primera vuelta de la competición liguera (te recomiendo leer mi programa para sequías PsicoGol). Se le veía fallar ocasiones a las que no nos tiene acostumbrados y se le veía agobiado, ansioso y desesperado. El estrés puede ser un síntoma de esa disminución de autoconfianza, pero no podemos demonizar el estrés o la ansiedad, ya que son respuestas humanas naturales, la clave es que muchas veces competir con estrés es inevitable o ansiedad y puedes hacer un buen rendimiento igualmente. Aquí lo que denotaba es que CR7 basaba parte de su autoconfianza en su faceta goleadora (algo incontrolable 100% por él, un resultado) es que cuando no le entraban esos remates cada vez fallaba ocasiones más “sencillas” de anotar y aumentaba su ansiedad. Eso es un ejemplo de falsa confianza. “Soy bueno porque meto goles, por tanto, cuando no los meto, no juego bien o no soy tan bueno”.

Esto es algo que sucede en muchos deportes e incluso otros factores de la vida. Tendemos a centrarnos en el resultado de las situaciones para evaluar cuanto de eficaces somos en aquello. Esto puede ser equivalente a cuando se gana un partido o una competición sin hacer un buen rendimiento (por errores del rival o un mal día de éste) y realizar un juicio sobre esa victoria muy positivo y con una causalidad orientada hacia nosotros y lo buenos que somos.

Así pues, ¿cómo podemos prevenir esto? o ¿cómo podemos asegurar una base de autoconfianza estable en los deportistas?

Pues cómo la falsa autoconfianza se basa en resultados positivos adquiridos con una causalidad hacia las capacidades propias (“Soy bueno porque gano”), seguro que muchos habéis adivinado que una base fiable y estable de autoconfianza está fundamentada en que el deportista perciba control y éxito a la hora de ejecutar acciones técnico-físico-tácticas del deporte en cuestión, más allá del resultado. Entendiendo el resultado cómo la combinación de sus ejecuciones, la de sus compañeros (deportes de equipo), la del rival y otros factores como jueces, metereología o estado del material deportivo.

De esta forma la evaluación de una competición siempre debe ser basada sobre la tarea realizada y la calidad de esta, las ejecuciones de las acciones y las tomas de decisiones, a partir de ahí valorar las circunstancias que tras ello nos ha llevado a una victoria o una derrota. Al final confiar en que yo puedo rendir bien en algo, en que soy eficaz, efectivo y eficiente, quiere decir que siento que controlo una situación o lo que tengo que hacer en esa situación. De un resultado controlo lo que he hecho para que se dé ese resultado, por lo que es fundamental encontrar medidas evaluativas objetivas y subjetivas para que el deportista sienta cierto control sobre sus habilidades o capacidades, o en edades tempranas, que perciba una mejora en esas capacidades, es decir, un aumento del control sobre ellas. El psicólogo deportivo puede ayudarte a encontrar esas medidas, crear formas de evaluación y a tener estrategias para ir incrementando esta autoconfianza como deportista o si eres entrenador.

En definitiva, cuando obtenemos un resultado el trabajo no está finalizado, debemos dar tiempo a una evaluación realista del rendimiento dejando a un lado el resultado, para poder prevenir situaciones de falsa autoconfianza, que a veces pasan rápido y otras truncan carreras deportivas por no entender el motivo de no obtener los mismos resultados. Espero que os haya servido y si no sabéis cómo hacer este trabajo o necesitáis mejorar vuestra autoconfianza, volver a competir como antes, o sentiros con más valentía os animo a venir a verme y trabajarlo juntos!

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