Desde el año 2012 me dedico a trabajar la mente de deportistas, por aquella época, por pura vocación dado que estaba aun cursando mi carrera de Psicología. Ya graduado y tras un gran trabajo en el C.E. Constancia (fútbol base y 2ª división B), un joven sale con expectativas altas: “Si he rendido a alto nivel en un 2ªB, ¿por qué no iba a interesarle a otro equipo de 2ªB?” Evidentemente, las cosas no funcionaban así, y los primeros 6 meses en el mercado, los pasé en blanco, en parte por que era un desconocido, por la falta de oportunidades, y en parte por mi listón demasiado elevado. Esto cambia gracias a unas colaboraciones puramente funcionales en Son Ferrer y Rtvº La Victoria, es gracias a este último dónde demuestro que el psicólogo deportivo puede aportar mucho al rendimiento de un equipo. Con esa pizca de reconocimiento del fútbol regional, el primero que apuesta y confía en que puedo aportar algo positivo es Julián Suau, coordinador de fútbol base del C.E, Montaura y entrenador del primer equipo del mismo.
En aquella intervención más eventual realizada en la 2ª vuelta, procuramos formar la estructura comunicativa del equipo así como ensalzar los distintos liderazgos para promover un cambio en la dinámica actitudinal en la competición. Tras este trabajo del cual se obtuvo una buena experiencia y tras dos temporadas quedando cerca de la posibilidad de un ascenso a 1ª regional, Julián y el club de Mancor del Valle, consideran que la excelencia en su trabajo sólo se podrá conseguir con un gran cuerpo técnico. En ese momento, el Montaura, pese a ser un club humilde y de pueblo, a pesar de sus limitaciones, muestra que tiene las miras puestas en algo más lejos que simplemente competir en 2ª regional.
En la temporada 2016/2017 el cuerpo técnico de Julián Suau, además de contar con su dedicado delegado y 2º entrenador, se ha nutrido del trabajo de los entrenadores de porteros Rodrigo y Gabi de Porteros Mallorca Academy, de Gustavo en la preparación física, de Óscar Bosch para el trato de las lesiones y la recuperación de éstas y con un servidor en la parcela psicológica. No es casualidad que con los buenos fichajes tanto en la plantilla como en el cuerpo técnico, el primer equipo lleve una temporada bastante estable en lo que a rendimiento se refiere y en estos momentos, jornada 24, vaya cuarto en la clasificación.
Del C.E. Montaura destacaría que a pesar de las pequeñas dimensiones de su campo, el equipo juega como los ángeles, con un buen trato del balón y el juego combinativo, algo difícil de ver en el fútbol regional. Mi trabajo esta temporada ha ido destinado principalmente a mejorar la fluidez del juego y la compenetración técnico-táctica en la competición a través de la comunicación instruccional en el campo. Para ello el trabajo coordinado con el entrenador a la hora de incorporar aspectos psicológicos en los ejercicios de entrenamiento ha sido fundamental.
Por estos motivos, el proyecto de expansión de mi marca personal a través de ropa deportiva, he decidido iniciarlo por Julián, debido a su alta confianza en mi trabajo y en mi persona. Estoy convencido que la inversión de confianza realizada nos llevará hacia una temporada memorable.
Quiero añadir sobre este proceso de expansión de mi marca que todos mis clientes han sido satisfactorios a nivel personal y profesional y que he aprendido mucho de ellos y del trabajo realizado. A pesar de esto y debido a que, cómo se entiende, el presupuesto destinado a esta expansión es limitado (los psicólogos deportivos difícilmente nos hacemos ricos) por el momento sólo podré mostrar mi gratitud a unos pocos, lo cual no significa que tengan una importancia mayor o menor. Más adelante, espero que esto se pueda expandir más, dado que significaría que mucha más gente ha apostado por la psicología deportiva para mejorar su presente y su futuro, tal como ha hecho el C.E. Montaura.