Cómo ya he explicado en varias ocasiones, la identidad de las personas es un aspecto psicológico vital para el bienestar, la evolución y el rendimiento de dichas personas. En este sentido, para un deportista, un equipo o un club funciona exactamente igual. Esta identidad está formada en gran parte por los valores humanos y el uso que se hace de ellos, acompañado de las creencias y los objetivos o metas. Así pues, cuando la U.D. Rotlet Molinar acudió a mí para ayudar al club a progresar pautamos diversos temas de necesidad más inmediata y a corto plazo pero, sin duda, el aspecto más crucial si el club quería mejorar y evolucionar era construir una estructura de valores que diesen el sentido a todo lo que se hiciera en el futuro, desde esta estructura tomar decisiones, seleccionar personal del club o jugadores, etcétera.
Bien, pues esta semana ha sido especial y muy agradable en lo que reconstruir la identidad del club se refiere. El martes hicimos la reunión más importante de la temporada, la que reunía a toda la directiva del club, los coordinadores y presidente para realizar una dinámica grupal de la que obtuvimos “la caja mágica” o los 4 pilares humanos que regirán el club a partir de ahora. Mediante debate, análisis y búsqueda de referentes determinamos que los valores que debían sostener la identidad del Rotlet Molinar eran los siguientes:
- Respeto: Recogiendo también el compañerismo dentro de este valor junto el respeto a uno mismo, al rival, al material, al equipo, al entrenador, al árbitro, etcétera.
- Esfuerzo: No es lo que hacemos, es el cómo, buscaremos que el esfuerzo se perciba en las dinámicas de entrenamiento y competición por parte de jugadores, cuerpos técnicos e inclusive los familiares de los jugadores.
- Disciplina: Comportamientos ejemplares, buenos modales, educación y formación; no todo se queda en el campo, hay que ser disciplinado en lo que se hace fuera, de esta forma preparamos a quien forma parte del club para la vida, para ser responsable en estudios, en relaciones, en el trabajo o en el deporte mismo.
- Pasión: Recogiendo dentro la constancia, debemos usar la fuerza de nuestra motivación para transmitir que nos apasiona lo que hacemos, disfrutar haciendo lo que hacemos. Sin duda este valor para los cuerpos técnicos será una gran herramienta para lo que es el objetivo de este valor: crear sentimiento de pertenencia al club.
Tras este trabajo de inicio de identidad, ahora nos queda desarrollar todas las medidas y procesos que llevan intrínsecamente este tipo de trabajo, extenso pero muy duradero. Así pues dentro de poco organizaremos una segunda reunión dónde expongamos qué significado le damos a cada valor y qué debe implicar, así como hacia qué estamentos dirigirlos, qué medidas imponer y qué decisiones tomar a corto plazo para empezar a secundar estos valores.
Sobre este trabajo de identidad de club estuvimos hablando con Sergio Rodríguez Director General de Deportes en el IME y quién se interesó por este tipo de trabajo y el cual es pionero entre los clubes deportivos de Palma de Mallorca. El Sr. Rodríguez nos acompañó en la velada de presentación del club, con las respectivas fotos de los equipos, la puesta en escena perfecta para la grada y con los respectivos discursos sobre el futuro del club (los niños) y sobre el otro futuro, el que viene, del cual pude hablar un poco.
Este camino es largo y habrá que trabajar mucho para implantar un sistema basado en valores, al final, el tiempo que puede tardar depende del crecimiento de los niños y de la voluntad de entrenadores. Esto es porque un benjamín en el que empecemos a trabajar estas cosas, las va a aprender quizás en una o dos temporadas, pero no sólo queremos que lo aprenda, queremos que lo integre dentro de su propia identidad como persona y eso sólo lo podremos conseguir si este hipotético chico recibe las mismas enseñanzas durante años que progrese en el club.
Desde esta experiencia magnífica sobre construir identidad en un club (es decir, construir su futuro) animar a todo club deportivo que con una mínima inversión quiera ver una evolución y quiera que su club crezca, no sólo cuantitativamente sino cualitativamente, a que medite seriamente el aplicar el Programa de Estructura de Valores en su club, será un primer paso pequeño que llevará a un salto enorme hacia la excelencia.
